15 de junio de 2011

Bitácora viaje a Marruecos – VII Parte

DÍA 7                                                                      Viernes, 13 de agosto de 2010
Tamezrit-Tougine
Ya no hay fuerzas. Cumplimos una semana aquí y estamos en un estado lamentable. Anoche de nuevo apenas pude dormir sino una o dos horas. Hemos pospuesto el ascenso al Lago Tamda porque Ada tenía diarrea y hasta ganas de vomitar. Isra, aunque está fuerte, también está mal de la barriga. Nes está deshidratado y extenuado. Decidimos volver de nuevo a Tougine para quedarnos en el Git T’etape que hay allí. Salimos de Tamzerit a pie. Primero esperamos donde nos dejó ayer el armatoste con ruedas con la esperanza de que llegara alguien que nos llevara. Sólo había una furgoneta que se dirigía hasta Ouarzazate. Después de unos diez o quince minutos, y tras consular el estado de Ada, que apenas podía dar un paso, decidimos caminar hasta la carretera. Es aquí donde ahora mismo escribo. Llevamos esperando un tiempo que bien podría ser largo o corto. ¿Qué más da? Ya perdí toda noción del tiempo.
Ahora mismo Nes está con la cabeza gacha allá, a lo lejos. Muy cerca de él, como SAM_2302siempre, está Isra, a quien le duele la barriga y persiste en la idea de que fue el té de Mahmud el que le ha dejado en ese estado. Ada, enferma, está en una curva, casi el único sitio donde ahora mismo hay sombra. Seguimos aquí, en mitad de ningún sitio, sin más medios que nuestras piernas, sin más posibilidades de salir. Al amanecer estaba dispuesto a hacer la machada de los 25 kilómetros hasta el Lago Tamda y Amerintine. Me lo planteaba como algo personal. Sin embargo, entendí y comprendí que el principio de prudencia bien valía aplicarlo al día de hoy en vista del estado de Ada e Israel.
Me ha invadido un profundo sentimiento de desesperación, de querer salir de aquí. NoSAM_2296 tenemos agua, no tenemos cobertura en los móviles, me pica la piel, me duelen los labios, la cara, entre otras partes, tengo mucha sed y por aquí no pasa nadie. No tengo fuerzas. No pienso en nada ahora mismo. De repente, a lo lejos, un motor. Alguien me ha escuchado y ha querido salvar la situación desesperada. Llegamos a Tougine, al Git T’etape. Ada se duerme visiblemente enferma. Yo, mareado, decido acostarme. No tengo fuerzas. No me llegan para seguir escribiendo. En esta vasta y vacua tierra no conocida antes, lo mejor será soñar con momentos mejores y abrazarme a los sueños que teje mi promiscua almohada temporal.
  Hemos estado todo el día acostados. Ada sigue mal y la ascensión al Lago Tamda está en el aire. Estamos acostados escuchando Extremoduro. Por la tarde le preguntaron al dueño del Git T’etape de SAM_2308Tougine por el precio de la botella de agua. Nos quería cobrar 10 Dirman cada una. En otros pueblos nos lo habían dejado a la mitad. Quisimos bajar a la tienda del pueblo para comparar el precio. Le dijimos al dueño que íbamos a comprar coca cola, que era verdad, pero también queríamos comparar. Comenzamos a bajar y el dueño del Git fue corriendo a la tienda para que nos vendieran el agua, o quizá para que nos la vendiera al mismo precio. Eso pensamos porque además nos dijo que el nos vendía el agua. Luego volvió a subir, y cuando nosotros que íbamos con suma parsimonia llegamos a la tienda detrás nuestro estaba el dueño del Git, controlando lo que comprábamos. Una anécdota que nos dejó desconcertados y a mí un poco de mal humor. Íbamos a llevar para mañana tres botellas de agua, pero le dije a Néstor que me dejara a mí la negociación al día siguiente, pues no estaba dispuesto a comprar agua a cualquier precio. Si la vendía a 10 Dirhams, yo sólo llevaría una y que el resto, la buscaríamos en Tamzerti, en alguna fuente.

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