10 de diciembre de 2010

Geografía, riquezas y pobrezas


Quiero arrancar este texto con una frase del geógrafo anarquista Eliseé Réclus, quien dijo a finales del siglo XIX que “La Geografía es la Historia en el espacio, y la Historia es la Geografía en el tiempo”. Es difícil de explicar el planteamiento personal que aquí pretendo. No pocas veces sientes hastío al estudiar esta carrera. Querer a la Geografía es como tener la firme creencia de que esta misma tarde lloverá albóndigas del cielo. Creer en esta ciencia es abocarse a un precipicio. Quererla es saberse amador de un arte exiguo y romo. 

Conocer el espacio geográfico es algo gratificante para mí. Casi nadie sabe hoy día lo que es Geografía, y si pregunta, nadie lo reconocerá como ciencia. La Geografía es la ciencia del paisaje, del territorio y de las relaciones hombre-medio y sus recíprocas influencias. Sencillo, ¿no? Pues algo tan simple no ha logrado poner de acuerdo a los científicos en casi más de un siglo.

A finales del siglo XIX se institucionaliza esta ciencia. Esto significa que se lleva como materia a estudiar en la Universidad. La Geografía antes era maravillosa. Eran otros tiempos. Ser geógrafo en aquella época era equiparable a ser astronauta en los años 70 del siglo XX. Antes la exploración y descubrimiento de la tierra era fuente inagotable de conocimiento. En una sociedad tan agraria y empobrecida, ser geógrafo era casi ser de una élite social con poco paragón (Reales Sociedades Geográficas). Eso sí, aparejado con los tiempos, era una ciencia machista, por aquello del papel de la mujer en esta y otras ciencias en general y al servicio de un vil Imperialismo.

Generalizando mucho y sin entrar en demasiados detalles, hay dos geografías: Geografía Física y Geografía Humana. Dentro de cada una de estas opciones hay otras profundizaciones según lo que se desee estudiar. En Física, -lo que más me apasiona a mí-, están los diversos y múltiples estudios de Geomorfología (volcánica, litoral, climática, estructural o dinámica), Climatología, Biogeografía, Volcanología o Hidrogeografía. En Humana, hay estudios de Urbana, Población, Rural, Económica, Industrial o Social. Vamos, una amplia y vasta gama de estudios que van mucho más allá de lo que acabo de nombrar. Y sí, es tan apasionante como parece y suena.

Como decía, durante décadas enteras los eruditos geográficos se han dedicado a intentar resolver problemas metodológicos de la ciencia. Conceptos tales como el de la misma Geografía, pero también Región, Territorio, Ciudad, entre otros. Lo sangrante de esto es tanto la nula capacidad para llegar a entendimientos, como la alarmante para disociarse y poner en un auténtico brete a la ciencia por cuestiones metodológicas. La subjetividad era además relativa y así se erigía en imposible avanzar, pero oiga, se avanzó porque la ciencia estaba viva y se escapaba de las manos de quienes la quería simplificar o complicar según conveniencia. Ejemplo de lo que digo, son los muchos y muy variados manuales de Geografía Humana en los que se filosofa tanto que la información se trasvasa de día a día, de mes a mes, de año a año y en conjunto tenemos un buen montón de desperdicio divagante sobre el problema metodológico y las propuestas que a nadie le quepa duda, no logró arrojar demasiada luz conceptual. Pero como decía, al ser una ciencia viva, que también ha tenido a figuras de la Geografía, ha avanzado. Y en ese avance la ciencia ha tenido épocas de esplendor y de muchísima riqueza. Era dinámica en casi todas sus ramas y de hecho, nacieron nuevas corrientes y fuentes de estudio. En la segunda mitad del siglo XX la Geografía bien podría haber alcanzado un cénit –esto es una opinión muy personal- y ello se demostró en la amalgama de ideas provenientes de todas partes y la entrada en escena de geógrafos asiáticos y la neo pujanza de los norteamericanos, y claro está, la aportación de los europeos y, por que no, un poquitito de los españoles.

Con todo, lo que se ha heredado en la Universidad hoy día, después de tantas investigaciones, estudios y cosas fantásticas que uno de normal no llegaría a imaginar, son los viejos ¡¡y nuevos!! problemas metodológicos de nuestra ciencia. Algo que si bien es importante, no lo es tanto como para comenzar cada año un nuevo curso a vueltas con los problemas conceptuales de la ciencia. ¿Lógico? En absoluto. Hete aquí que es donde la ciencia geográfica se convierte en sangrante.

A la Geografía, una ciencia (en la edad moderna, desde el siglo XIX), comparada con otras que comenzaron mucho antes, que aún está en pañales o que habiendo comenzado hace poco, han volado con unas alas maravillosas. Para que a la Geografía le surgieran esas alas y ser tal vez una cría científica, le haría falta como mínimo un siglo más con trabajo incontable y vuelta al cénit temporal en el que las ramas, ideas, estudios y conceptos comenzaban a arrojar verdadera luz a la ciencia. Más, desde hace aproximadamente unos veinte años a la Geografía le ha salido una enfermedad de los tiempos modernos. Uno de sus primeros enemigos fue el mundo periodístico (auténtico cáncer hoy día), y paralelamente a éste, la sociedad, incapaz de entender el importante papel que juega la ciencia en algo como ir de casa al trabajo o elegir la ubicación de un inmueble. Las nuevas tecnologías es un gusano que se ha insertado en las venas de la ciencia y aún no se sabe si provocará su fallecimiento o será una dulce crisálida que le dará más vigor.

La Geografía es una ciencia problemática. Quién sabe, tal vez por ser tan compleja es por lo que la adoro tanto. Los geógrafos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX se enemistaban literalmente ya no sólo por las tendencias de las corrientes geográficas, sino por algo como la publicación de un texto, como lo que ocurrió con Pierre George, quien se enemistó con su compañero de la corriente de Geografía Radical, Yves Lacoste después de que éste último publicara la obra “La Geografía: un arma para la guerra”.  Pero para enemistades todas las que hizo David Harvey, quien como si de una enfermedad se tratara, pasó por casi todos los estadios de la filosofía geográfica, pasó por la Geografía Cuantitativa, Geografía de la Percepción, Geografía Radical… Supongo que malo no habrá sido, se habrá nutrido de información suficiente como para cambiar de corriente como de calcetines.

De esto se concluye que según las tendencias socioeconómicas y culturales, por qué no, surgen problemas en la raíz filosófica de una ciencia que no hace más que mirarse el ombligo todo el tiempo, dando la espalda, en ocasiones, a su objeto de estudio más fundamental: el paisaje, el hombre y el medio. Ello ocasionó graves lagunas, carencias que arrastraron durante años como telón de fondo. Pero más allá de todo esto, lo que quedó claro es que la Geografía era distante y vaga para con sus verdaderos fines.

Yo supongo que cada geógrafo entonces marcaba tendencia para un uso personalizado de la ciencia geográfica. Lo que está claro es que en función de dónde soplara el viento de los pensamientos de la época, las corrientes eran profundizadas hasta la tergiversación, hasta el punto de que surgen ideas como la Geografía Cultural, tan absolutamente ambigua que nadie sabe si está dentro de la Geografía Radical o de la Geografía Humanista. Todo porque su principio metodológico es obtuso, casi cartesiano, con una base tan pobre como el querer bajar la escala de análisis al mínimo.

Si damos un salto en el tiempo llegamos a la actualidad. Nos ubicamos en la Geografía como estudio universitario, es decir, un lugar para adquirir unos cimientos básicos para  forjarse como futuro científico de la Geografía. Más, esta bonita idea es idílica y categóricamente falsa.  No se predica con el ejemplo en la Geografía Humana, en la Geografía Física se piensa que todo es sacar a los alumnos al campo y ya está, mientras más lejos y más duro sea el trabajo un día determinado, ya tienes suficiente. Volvemos pues, al problema conceptual, al que le podemos añadir además un problema gravísimo de metodología didáctica. Pero simplificar en los que dan la cara sería tonto.

La culpa también la tenemos los estudiantes, como el que escribe este crítico texto. Como muchos estudiantes en otras carreras, demasiados salen tan planos como al principio. Ello no supondría problema sino fuera porque en Geografía cada año, en Tenerife, acabarán tal vez cinco personas, mientras que en Económicas o ADE acaban cien personas. No es lo mismo un plano mental de Economía, que un plano mental de Geografía. Obviamente, es un fracaso. Lo es porque muchos alumnos de Geografía sin haber acabado ya están hastiados y azorados de tanta ambigüedad y confusión dentro de la misma ciencia. Es un fracaso porque sólo uno de cada muchos logra captar la verdadera esencia de esta ciencia sin llegar a anteponer intereses personales, ideológicos e incluso hasta políticos. Todos miran qué podrá hacer la Geografía por ellos, pero nadie piensa qué pueden hacer por la Geografía.

Por si fuera poco lo anterior, no parece demasiado halagüeño el presente y el futuro a corto-medio plazo. El nuevo plan de estudios generalizado para todo el sistema universitario, Bolonia, hará cambiar del todo a esta ciencia. Me gustaría ser imparcial, pero no quiero serlo, con franqueza. Es el ejemplo de que como tienes un problema en el tejado, decides cambiar los cimientos y luego descubres que la casa se te ha caído encima. Normal, era un problema de tejado, no de cimientos. Aún con todo admito cierta intransigencia a este respecto. Reconozco que soy cerrado y con todas las reservas del mundo. El cambio de Bolonia hará desaparecer un buen montón de asignaturas, acortará materias a la mitad o incluso menos, cambiará el sistema de enseñanza (que eso, ya tu ves, no me suena nada mal) y enfocará la carrera hacia otros derroteros bien diferentes, más general, menos particular. Es imposible que un niño crezca responsable si cada poco le haces cambiar su signo. Esta supondrá el tercer cambió profundo de la carrera en menos de veinte años.  Como si lo pasado antes hubiera sido un borrón, Bolonia se vende como la salvaguarda –que no lo dudo en otras carreras-, pero en Geografía es el parásito definitivo. Todo, tal y como lo conocemos cambiará. Es bueno si se erradicara sólo las miserias, pero cambiarlo todo por completo y en profundidad hará desaparecer por completo la idea básica de la ciencia. Ya le costó mucho a la Geografía romper su matrimonio con la Historia. Eso ocurrió, aquí en Tenerife hacia el año 1994. Se creó un plan de estudios durísimo de cuatro años, todas las asignaturas cuatrimestrales y trabajo a destajo como nunca. Sin embargo, siete años después cambió nuevamente el plan, algo más consecuente, aunque con una duración excesiva (cinco años). Le faltaba crecer y, evidentemente, remozarse ante sus claros déficits. Sin embargo, nuevamente nueve años más tarde llega el tercer cambio. Demasiados en poco tiempo, en sólo 16 años. Ahora se ha inventado la eutanasia académica para erradicar cualquier atisbo de los preceptos geográficos, con todos. La radicalidad no es buena, y es precisamente eso por lo que se ha abogado. No se han estudiado las deficiencias internas, sino las generalidades y se ha aplicado a todos por igual sin tener en cuenta lo que subyace en cada carrera. Es el fin de una muerte, por lo demás, más que anunciada.

La raíz metodológica y filosófica de la Geografía es de lo más atractiva. Es tan posible aplicarla a conceptos actuales, es tan posible hacerla atrayente a todos, como nadie puede imaginar incluso dentro de la carrera. Es éste el propósito último de este texto. No sólo se trata de intentar aclarar las miserias de esta ciencia, que alguno ya se estará preguntando que si tan mal está, por qué la quiero tanto. Eso no se sabe, se quiere o no se quiere, se siente o no se siente y por más que a veces reniegue debido al agotamiento mental y mi contumaz derrotismo, me encanta esta ciencia.

La Geografía arrancó en la época antes de Cristo, con Plinio el viejo y Ptolomeo. Es Geografía antigua, que no historia, ojo con eso. Pero de ello no hablaré. Comenzaré por la  conocida como “etapa moderna o clásica”. Esta época, con un inicio algo difuminado lo marcó el llamado Determinismo Geográfico. Hoy día está totalmente defenestrada la idea del Determinismo, que decía que el hombre está sometido a las leyes de la naturaleza. Es un enfoque totalmente ecológico (La ecología fundada por Häeckel).. Al menos todos los que conozco, no quieren ni oír hablar de los postulados del Determinismo que establecieron geógrafos como Friederich Ratzel o Karl Ritter, que se basaron en la experiencia e ideas aportadas por Alexander Von Humboldt e incluso Charles Darwin.

Mi opinión es que su pésima interpretación por parte del demente Adolf Hittler, unido a algunos conceptos un tanto misántropos, acabó con este enfoque. Pero hay cosas interesantes y muy ciertas, por más que alguien se empeñe en no reconocerlo. Ideas como la de Austin Miller, que en su manual de Climatología establecía que había una clara conexión entre el carácter y la vida de las personas en función del dominio climático donde se encuentren. Es decir, las costumbres diarias del ser humano son marcadas por el clima. Pese a las muchas negaciones, se sabe que en Camerún las personas quedan “para después de la lluvia” (es dominio Ecuatorial donde llueve todos los días casi a la misma hora), o que en los países nórdicos estén a merced de las condiciones extremas. Tampoco conviene olvidar el hecho de que la puntual torrencialidad de las lluvias, que provoca el caos, marca definitivamente el devenir de los acontecimientos diarios, y eso por no contar lo ocurrido en Chile este mismo año, o en Haití, fenómenos naturales que han condicionado definitivamente la vida en esos países. Más adelante hablaré del artículo de Biogeografía en el que hablo del Determinismo geográfico en la actualidad.


Frente a este enfoque surgió la Geografía Regional o Posibilista. Paul Vidal de la Blache, máximo exponente de este enfoque, se opone frontalmente a los postulados de Ratzel al afirmar que la Geografía obedece a la interacción del hombre y del medio, anulando la idea de que el hombre es sólo un pasajero dentro del medio. Habla del concepto de Posibilismo, en el que se establece que el hombre sacará provecho de la naturaleza en función de las posibilidades que ésta la ofrezca. Es la tendencia más políticamente correcta, la más cercana a la actual en cuanto a sus procedimientos conceptuales de Región, Paisaje y Medio. Lo interesante es comparar las diferencias entre este enfoque y el Determinismo, ya que para mí, ninguno de los dos son excluyentes, sino complementarios, no en cuanto a la idea básica, donde está claro que son diametralmente opuestas, sino en sus segundos conceptos.

Para mí estos son los dos enfoques más atractivos, pero le tengo un cariño muy especial al resto de corrientes geográficas por las ideas que aportan. Por ejemplo, en la Geografía Anarquista se habla de que ha de existir un respeto mutuo entre las generaciones para que exista armonía y equilibrio entre el hombre y el medio. Una idea tan fantástica sólo la pudo enunciar Piotr Kroptkin, que apuntaló Réclus. Kropotkin, señala algo increíble, que debe existir una cooperación entre todos los pueblos para promover la igualdad (y no sólo porque llegue una catástrofe natural en Haití). Lo que realiza este ruso que fue perseguido por sus ideas anarquistas no es más que una razonada crítica social, precoz, adelantada para su tiempo. No obstante, tiene algunas ideas que a mi me parecen más que cuestionables. Pero si hay algo que causa una sonrisa sarcástica es la de su idea de que exista una coordinación idealista que permita la armonía hombre-medio sin influencias de autoritarismo políticos u organizaciones territoriales centralistas. Aunque suena de lo más idílico, hoy día Kroptkin sería más un cachondo mental que otra cosa, un pensamiento muy propio de quien se proclamó anarquista. Pero oiga, a mí me parece respetable por haber soltado semejante perla en un tiempo en el que por mucho menos ya ibas al paredón.

Obviamente ideas y postulados dentro de la Geografía Humana hay cientos. A mí me quedan muchos, muchísimos libros y manuales que leer para empaparme de estas ideas y poder soltar alguna perla como la de Kropotkin, quien sabe, tal vez incluso alguna mejor. Uno de los que tengo pendientes, es “Mungo Park: Viaje por el interior de África”, que debe ser algo así como la versión literaria de “Las montañas de la Luna”, aunque en lugares diferentes del continente africano y con casi un siglo de diferencia.

De las corrientes del último siglo y que han aterrizado hasta la actualidad, me llama mucho la atención el enfoque Humanista. Aunque me parece en ocasiones algo ambiguo y tal vez demasiado abogado a la demagogia política, sus bases son entrañables. Este aporte a la ciencia geográfica habla de un mundo lleno de intenciones, de valores y significados (imagino que buenos). Lo ideal para mí llega al hablar del amor, claro, pero luego lo estropea un poco al hablar de la vinculación afectiva a un lugar (nacionalismos o topofilia). Más, habla por primera vez de los espacios del miedo, y como se trata del protagonismo de las sensaciones humanas arriba asuntos relacionados con el odio. Interesantísimo, ¿no?

Son formas de estudiar un paisaje, un territorio. Son formas de entender e interpretar el mundo desde un punto de vista que nadie conoce. Esto a fin de cuentas no deja de ser, en el fondo, Geografía.

Leer más...

28 de noviembre de 2010

¿Porqué Haití y no Chile?

Este breve artículo ya lo había publicado en un blog personal que tenía a principios de año y sé que algunos lo habrán leído ya, pero el tema de que trata tiene que ver mucho con este nuevo blog de Geografía y en concreto con la geopolítica, la línea de la Geografía que más me interesa.

El terremoto ocurrido en Haití tiene una lógica natural muy clara, eso no lo pienso rebatir jamás, a no ser que vea pruebas que me hagan cambiar de opinión, y quién quiera hacerlo sólo decirle que se coja un mapa físico del Caribe y observe la clarísima línea de falla que ha conformado Cuba, la Española y demás islas con una orientación NW-SE.

El fin de este post es poner en cuestión una de las cosas que desde  se produjo el terremoto de Chile más me ha llamado la atención, ¿por qué los gobiernos mundiales se han volcado tanto con Haití y tan poco con Chile?. No entro en donaciones particulares. De acuerdo, el número de víctimas es "irrisorio" –con perdón - si los comparamos, cerca de 700 en Chile, frente a los más de 227.500 de Haití. Sin embargo las infraestructuras y la vida cotidiana de las personas se han visto más afectadas en el país sudamericano que en el caribeño porque previamente, y casi congénitamente, Haití ya ofrecía unas carencias estructurales en todo su territorio, tanto en infraestructuras como sociales.

Sin  embargo y después de mucho tiempo rastreando por la red, y no me refiero a las páginas de conspiraciones, sino a informes oficiales, y trabajos realizados por especialistas, he llegado a una conclusión realmente triste, aunque era algo que ya sospechaba y se lo había comentado a mis amigos, nunca se me habría pasado por la cabeza que el juego geopolítico fuera tan macabro. Y es que las ayudas han sido dirigidas en muy poco tiempo hacia un foco del mundo donde ya se sabe con certeza que la producción de petróleo puede ser mayor a la que se pensaba. Sólo dos ejemplos, en la cuenca norte caribeña y en concreto la perteneciente a Cuba un informe de finales de 2008 estimaba que su producción puede ser de 20 Billones de barriles diarios, a la par que EEUU, eso solo un país, una sola isla, informe corroborado por el US Geological Survey, ese petróleo será extraído en una colaboración ruso-cubana, además de los intereses de la agencia de colaboración cubano-estadounidense con sede en New York. De igual modo otro informe realizado por los científicos Daniel y Ginette Mathurin afirmaba que las reservas de petróleo del cuadrante de Haití podían llegar a ser mayores incluso que las de Venezuela, siendo la bahía de Puerto Principe la mayor bolsa de las estudiadas, junto con la zona de los Lagos en la meseta haitiana.
Desde que en 2004 se fomentó la rebelión contra el presidente Jean Baptiste Aristide, no digo que su régimen fuese bueno, pero se le envió libre de culpa a una residencia y con inmunidad internacional a Sudáfrica en un avión francés, lo que revela a las claras que sus actos mientras estaba en el gobierno no fueron los causantes de las revueltas con participación de un ejército de ocupación, el americano, y una misión internacional de paz. Tras los conflictos se colocó de presidente a Jean Claude Duvalier, su gobierno aprobó la apertura de puertos y construcción de nuevos puertos que fuesen capaces de recibir las tanqueras (buques petrolíferos) necesarias para la extracción del crudo, esas construcciones fueron concedidas a empresas americanas, lógico ya que son las más reputadas, junto con las noruegas en la construcción de diques y la red de transporte del crudo.

¿Pero a qué viene todo este cuento? Pues a la inquietud por descubrir lo que se esconde detrás de las noticias que nos cuentan los medios. Me pareció curioso, por no decir otra cosa, que el 5º país con mayor aporte de dinero ante esa catástrofe fuera Arabia Saudí, y que muchas de las empresas que más aportaron ante la ONU (a través del FTS, Financial Tracking Service) fueran empresas relacionadas con el crudo, como Shell o Agip. Del mismo modo tras el terremoto de Haití las cotizaciones de la plata en el mercado mundial se dispararon, Haití cuenta con grandes reservas de plata (mapa conseciones), siendo un mercado apetecible por todos los inversores.  A esto hay que sumarle que Haití lleva ya varios años azotada por los desastres naturales, el año pasado varios huracanes sucesivos castigaron a la población más pobre de América. Para ello se depositaron en el fondo de ayudas de la ONU (FTS) cerca de 15.000 millones de $, lo que ocurre es que todo se va dejando pasar y ese dinero nunca llegó, lo mismo ocurrirá con este terremoto, aunque ya las fichas del tablero geopolítico están asentadas. Haití en los últimos 5 años han pedido 11.000 millones de $ en ayuda, ese préstamo lo que hace es incrementar aún más su deuda externa, teniendo su única salida en hacer todo lo que los países “civilizados” occidentales les pidan.

Otra ficha en el tablero la juega Venezuela, tercer país exportador de crudo del mundo, descubrieron hace 3 años una nueva bolsa de  hidrocarburos, posiblemente la mayor mundial. ¿Qué ocurriría si Venezuela con el comandante Chávez inyecta mayores cantidades de crudo en el mercado?, pues que el precio se desplomaría, entonces los otros contrincantes deben jugar sus cartas. Rusia por su lado se asegura la plaza el centro del Caribe con el apoyo técnico a Cuba, esa puerta ya está cerrada para otras potencias (¿quién dijo dialogo aperturista EEUU Cuba desde que entró Obama?). EEUU, Francia y OPEP acechan otra plaza en el centro caribeño, y por casualidad todas esas islas son ricas en petróleo, desde Trinidad y Tobago con 120000 barriles diarios, Martinica con otros tantos, pero son demasiado pequeñas y alejadas de los centros de tensión, no interesaban, y ahí, a la par del estudio realizado por Cuba, Haití realiza el suyo propio. Ya está tenemos una nueva base en la zona, sin necesidad de conflicto armado, lo que ahorra millones de $. Teniendo el aplomo de la gran mayoría de los países de la OPEP y dos estados importantes como son EEUU y Francia anclados cerca de las costas de Venezuela, la presión institucional no dejaría que Chávez inundara el mercado con el oro negro. Además esa nueva base logística controlaría para sus propios intereses los paraísos fiscales localizados en todas esas islas, haciendo más difícil la puesta de capitales “estatales” de países como Venezuela y Brasil  en ellos teniendo ahora que pasar por el oscuro filtro de los de siempre.

Ahora, ¿por qué recibió menos Chile? En parte ya está contestado con anterioridad. También es verdad que se el gobierno chileno no presentó formalmente la petición de ayuda monetaria internacional, y está en su legítimo derecho, pero cómo un país con gravísimos daños en las infraestructuras del centro del país y en especial en la costa, no ha permitido que sus arcas se pudiesen ver llenas con dinero externo, aunque le aumente su deuda externa. Porque, hasta cierto punto, sabían lo que ocurre detrás de esos préstamos. Chile tiene muchos recursos pero comparados con países que se muestran unas claras deficiencias institucionales y cuyo peso en el mundo es ínfimo como es el caso de Haití, no sería Chile una carta fácil de jugar, sería muy “ostentoso” si lo que ocurre en Haití se trasladasen a territorio chileno, así que  enseguida a la más mínima oportunidad saltan a la luz las aspiraciones del nuevo absolutismo mundial que muerde con fuerza todo lo que toca. Si quieren un ejemplo más cercano trasladen el juego por los recursos (petróleo, coltán, diamantes, parques nacionales,…) que se da en el África sub-sahariana a los países del norte de África, más desarrollados, ¿qué ocurriría con nosotros, que vivimos al lado, nos quedaríamos mudos, sordos y ciegos?, seguramente no, o puede que no lo quisiéramos ver.

               Historia política Haitlí: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117400
Leer más...

10 de noviembre de 2010

No dejes morir a la Geografía

Inauguro el Grupo de Divulgación Geográfica Burán (GDG Burán) con esta declaración de intenciones sobre la Geografía. El Buran es un viento que se da específicamente en Rusia, un viento cálido y seco en verano y escalofriante en invierno haciendo que esta última estación sea una pesadilla cuando sopla el viento pues, si bien la temperatura sube, la sensación térmica es peor que con un tiempo soleado y sin viento aunque con menor temperatura porque va acompañada de ventiscas infernales. Comienzo este GDG Buran con un artículo que escribí a principios de año sobre la ciencia que estamos estudiando y que me impulsó en un momento dado a pensar en crear este espacio para dar cabida a lo que consideramos la ciencia que nos ha hecho despertar muchos pensamientos y sentimientos ambivalentes pero muy valientes. Y para ser valientes hay que comenzar. Estas son mis primeras palabras en Geo Buran, Bienvenidos.
Apelo a la conciencia de todas esas personas que tiene creencias en algo más allá de lo terrenal, más allá de lo superfluo. Apelo al idealismo intrínseco y más utópico que hay en cada uno de nosotros, no sólo del estudiante, sino de todos en general. No deseo que estas palabras sean huecas. ¡Necesito apoyo! Se está muriendo, la están matando por todos lados, le están inoculando un veneno mortal que acabará con ella en menos de un lustro. Se trata de la ciencia geográfica. Están acabando con ella y con los pocos reductos que quedaban de ella. 

Hubo alguien que dijo una vez esto: “me arrepiento de hacer entrado a hacer esta carrera”. Y cuando esas dos personas alzan la voz para decir palabras tan funestas y el resto al escuchar asienten o callan otorgando, es que ya queda poca vida.

La Geografía se muere. No la matemos entre los que debemos ser el futuro de nuestra ciencia. Si esto se quiere ver como un discurso sectario, es posible, pero es necesario ver los defectos, localizarlos, y curarlos. Hay una clara falta de ilusión, hastío y hasta rabia por no poder sacar la carrera de Geografía. Si Humboldt, Ratzel o Réclus levantasen la cabeza… se darían de bruces al ver semejante panorama, o quizá ayudarían con nuevos paradigmas y pensamientos en mejores direcciones.  

La Geografía es la ciencia del paisaje, una ciencia que bebe de muchas fuentes para hacerla más completa. La ciencia que describe el paisaje en un espacio antropizados o natural. Debemos ser críticos constructivamente para avanzar. Podemos ser los neo geógrafos, o crear la corriente geográfica crítica. ¿Qué está fallando? ¿Por qué falla? ¿Qué soluciones podemos poner? ¡No bajemos los brazos!. Esto me recuerda demasiado a la imagen del libro “África llora” de Pérez Reverte en el que los niños iban cayendo al barro poco a poco y el primero de la fila, sin argumentos sólidos ni razonados, les alentaba. Era ilusión, sólo una esperanza nada fundada de que saldría bien, aunque supiera que tendría todas las de perder. No quiero que muera la ilusión. No quiero dejar de escuchar ideas del género humano, de su tradición, de su actuación sobre el medio, de la misma naturaleza, de la evolución de cualquier paisaje.

Hay que salvarle la vida a la Geografía. Podemos hacerlo, asumamos lo que podemos hacer por la Geografía, sin esperar que nuestro nombre pase a la posteridad, tan sólo para que esta no muera aunque académicamente hoy se le ponga el apellido de “y Ordenación del Territorio”. Ese es otro virus que la está matando. La ordenación del territorio es como enseñar en criminología a realizar el crimen perfecto sin que te pillen –un eufemismo parecido comentó un profesor al encasillar hoy día a la Geografía en la Ordenación del Territorio en pos de vendernos por un sueldo-. Nos enseñan cómo uno mismo se corrompe con un título universitario bajo el brazo. Nos ponen ante nuestros ojos las artimañas que se utilizan para devaluar la opinión ciudadana a la mínima expresión. Pero la geografía es algo más. Reaccionemos. Seamos revolucionarios geográficos, vayamos a las barricadas y combatamos con la palabra y con nuestros pasos y nuestras propias obras para construir de nuevo la ciencia que nos ha visto nacer. No seremos los elegidos, pero al menos no quedaremos callados ni impasibles ante semejante crimen. Me niego a que otra persona me vuelva a decir: ¿Qué es eso de la Geografía?”, “Esto es una mierda”, “acabaremos en el paro”, “me equivoqué de carrera”. Hace falta sangre, hace falta ilusión, hace falta argumentos desde la crítica. Es como si nos estuvieran matando las ilusiones a base de la inanición ideológica. Cojamos lo esencial, lo sublime y mandemos al fondo a los jactanciosos y conformistas. Seamos irreverentes, seamos actuales, seamos los que fuimos y no la matemos.

Porque matas a la geografía cuando dices que te arrepientes. La matas cuando dejas de dar coletazos y te conviertes en un mueble más. Matas a la ciencia cuando bajas los brazos y no participas. Matas a la Geografía cuando la obvias. La matas cuando no luchas. La matas cuando miras a otro lado mientras fenece. Cuando quieres tener un título y ya está. La matas cuando esperas aterido a que algo pase sin hacer ndaa. Levántate y lucha para escribir, para hablar, para crear cosas nuevas alejadas de las bellas palabras. Haz la geografía a tu manera. Lucha por un objetivo propio, utilizar la Geografía para tus fines personales siempre y cuando sean bondadosos, pero no digas con vergüenza que estudias Geografía. ¿Qué suspendes o tienes problemas? Levanta la cabeza porque has hecho todo lo que has podido y como decía un profesor de Geografía con mucha humildad “Aquí gana el que aguanta hasta el último segundo sin abandonar la nave”. ¿Qué no te vas a licenciar nunca? No hace falta para ser geógrafo de corazón, hay periodistas sin título, puede haber geógrafos sin serlos, geógrafos de corazón. Esto no puede acabar así. La Geografía no puede morir en Bolonia. Nunca un topónimo geográfico le hizo tanto daño a la ciencia que lo estudia.

Hoy le queda un año menos de vida gracias a todos esos seres que se dan por vencidos, los que han aceptado no luchar contra el sistema académico que han dejado a nuestra ciencia como la última de todas. Mientras me queden fuerzas, mientras pueda seguir luchando, aunque me caiga, no dejaré de sembrar valores a favor de la Geografía sin dar la espalda a la crítica más dura lo más argumentada posible para escapar de este crimen.

La geografía es vida, es música, es cultura, es amor, es revolución, es paisajes, nubes, historia, es crítica mordaz, es cooperación, solidaridad, es filosofía, es matemáticas, es biología, es geología, es urbanismo, es geomorfología, es tecnología… La Geografía es todo lo que la sociedad aún ignora que es. Le están poniendo el epitafio con las palabras más cultas y pedantes del mundo, pero no se engañen, Bolonia es un crimen y nosotros estamos perpetrando y encubriéndolo sin hacer nada con un título, la Licenciatura que nos ha de dar alas para que vea la luz ideológicamente. 
[+/-] Seguir Leyendo...
Leer más...